jueves, 25 de julio de 2019

Herencia indígena peninsular

Herencia indígena peninsular 

Texto y fotografía
Por: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Nuestra hermosa tierra peninsular nos ofrece un sin fin de paisajes y vistas. Sin embargo para el ojo entrenado se puede ver más que un paisaje, se puede reconocer lugares que fueron habitados por los grupos nativos. Tal es el caso de esta imagen que en pleno desierto central, existe este resguardo que aun conserva restos culturales.
Metates en pleno desierto central, Baja California
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz

domingo, 31 de marzo de 2013

LAS MISIONES DE LA SIERRA DE SAN PEDRO MÁRTIR:

Santo Domingo de la Frontera y San Pedro Mártir de Verona

Texto y fotografías
por: Luis Manuel Guzmán Muñoz 



             No debe caber la menor duda que en la península de Baja California existen sitios tan bellos
y llenos de historia, como en el centro de la república. Todos, son atractivos y en algunos casos son poco accesibles. Muchos están a corta distancia de nuestros hogares, y otros, a días de distancia, y podemos casi afirmar que en su mayoría son desconocidos.
Cuando hablamos de la conquista de la península bajacaliforniana debemos recordar que ésta, tuvo como pilar fundamental la construcción de misiones. Esta actividad que se dio en Baja California, inicio hace unos  300 años, cuando estaban en apogeo las exploraciones para buscar sitios estratégicos y nuevas tierras en el Nuevo Mundo. Algunos de los requisitos principales, que debían reunir los sitios, era, que debían tener agua, tierras para la agricultura y suficientes indígenas a quienes evangelizar.

Sierra poblada de pinos en las montañas de Baja California
Foto: Luis  Manuel Guzmán Muñoz 
Normalmente esta tarea, era llevada a cabo por extranjeros venidos de Europa, que detrás de sí dejaban una forma de vida muy distinta, a la que encontraban en estos territorios. Sin embargo, esto no fue motivo para dejar de explorar, fundar misiones y difundir la fe cristiana en toda la región peninsular. Para el éxito de esta labor, es necesario mencionar la participación de los indígenas, que fueron los encargados de dejar los caminos abiertos, que sobre la marcha iban construyendo para el tránsito de proveedores y visitantes que vendrían posteriormente.
Cada una de las exploraciones eran documentadas para informar de los hechos a la corona española. Actualmente existen cientos de documentos guardados en los archivos de la nación, esperando a ser estudiados y analizados por profesionales para estudiar, inferir, conocer y re-explorar lo que ya teóricamente conocemos.
Re-explorar es una actividad interesante y emocionante, en el municipio de Ensenada se construyeron, trece misiones, todas ellas fundadas por frailes jesuitas, franciscanos y dominicos, de las cuales, ocho quedan a pocas horas de camino de nuestra ciudad.
La construcción de las misiones tuvo sus altas y bajas, en algunos casos por falta de dinero y apoyo, y en otros, por cuestiones políticas que afectaron considerablemente el desarrollo de la fundación de misiones. Ya a mediados del siglo XVIII los españoles ya tenían un claro panorama de que la península era la columna vertebral para avanzar y conquistar por tierra la parte oeste del continente. Para ello se dedicó mucho esfuerzo y dinero para poder expandir los territorios, en 1766 el padre Wenceslao Linck realizó la última y más importante expedición que hicieran los jesuitas. Encontraron sitios estratégicos para el establecimiento de nuevas misiones, Huiricata fue el sitio donde posteriormente establecieron la misión de San Fernando Rey de España Velicatá, en el año de 1769. Además durante este tiempo exploraron la región de la sierra San Pedro Mártir.
Por cuestiones políticas la orden Jesuita fue expulsada de los dominios de España en 1768 siendo los franciscanos quienes sustituyeron a los jesuitas.
 En ese mismo año los dominicos solicitaron se les concediera permiso para fundar misiones en la California, finalmente en 1772 llegaron a un acuerdo que beneficiaba a ambas partes. California se la dividieron en dos, los dominicos iban a trabajar entre la misión de San Fernando Rey de España Velicatá y San Diego, y partir de ese punto norteño, los franciscanos iban a continuar. Este fue un acuerdo que permitió continuar y avanzar notablemente en la fundación de misiones. 
Una vez que se iniciaron nuevamente los trabajos de exploración, los dominicos pusieron especial atención a un sitio que llamaron Viñadaco, ahí decidieron fundar una misión, y pensaron, en que ésta fuera el enlace y punto de partida para otras exploraciones. La misión que fundaron ahí en 1774 fue Nuestra Señora del Rosario, de este lugar estratégico se planearon las siguientes misiones: Santo Domingo de la Frontera y la de San Pedro Mártir de Verona.
 MISIÓN DE SANTO DOMINGO DE LA FRONTERA 


Santo Domingo de la Frontera
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
Para 1775 se fundó la misión de Santo Domingo de la Frontera, por los padres Fray Manuel García y Fray Miguel Hidalgo (homónimo del padre que inicio la independencia en 1810), sin embargo en 1798 la misión fue trasladada seis millas arriba, al  sitio donde actualmente la conocemos.
Hoy en día el acceso a las ruinas de la misión de Santo Domingo de la Frontera se localiza a 9 kilómetros al Sur del poblado de Camalú, la desviación se encuentra sobre la carretera transpeninsular que indica su ubicación. El viaje es corto, sobre un camino de terracería que se encuentra en buenas condiciones.
Misión de Santo Domingo de la Frontera
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Misión de Santo Domingo de la Frontera
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Misión de Santo Domingo de la Frontera
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
De dicha misión solo quedan algunas paredes que han resistido al paso del tiempo y, el camposanto adornado en la entrada con un gran arco color blanco. Existen grandes áreas  de cultivo, donde seguramente alguna vez también fueron las tierras de cultivo de los misioneros donde produjeron maíz, garbanzo, frijol, nopales, aceitunas, granadas, peras y uvas. Además del comercio de pieles de nutria y sal, entre otros. Todavía en algunos ranchos aledaños a la misión, aún conservan arboles viejos de higos y olivos que probablemente datan de la época misional.
Una de las tradiciones que se han mantenido, es realizar la bendición del lugar el día del santo que dio motivo al nombre de la misión. Este evento conocido como “fiesta misional” se celebra el 4 de Agosto de cada año, es organizada por los habitantes de la localidad. Las actividades que se realizan en dicha fiesta son variadas, se levantan carpas donde se instalan puestos de venta de comida, concursos de lotería y otros juegos propios de las ferias. La actividad más emocionante que se realiza en la fiesta es, sin duda alguna, el jaripeo, donde participan vaqueros del Estado y de la región.
Utilizan vestimenta propia para la actividad, y en especial mención las  chaparreras  que protegen en su totalidad a las piernas una vez preparados, montan a los caballos broncos, cuya única finalidad es intentar domarlos, los vaqueros tienen en mente que sino los dominan, saldrán disparados hasta caer al polvoriento ruedo.
La festividad cobra aún más vida, con los conjuntos de música norteña que tocan sin parar hasta altas horas de la madrugada. La fiesta es una forma de distracción y esparcimiento entre la gente dedicada a las pesadas labores del campo y así como a los moradores de poblaciones aledañas. Durante los festejos, se reúnen las familias enteras a convivir, e incluso aprovechan la presencia del padre encargado de oficiar la misa al santo, para que sus hijos sean bautizados. Algunas de estas familias tienen su origen en el siglo XIX y conservan interesantes anécdotas que contar.
Esa misión fue abandonada en 1859, debido a que las epidemias que ocurrieron entre 1800 y 1818, causaron que disminuyera la población y se calculó que en 1794 había 350 personas conviviendo en Santo Domingo.
MISIÓN DE SAN PEDRO MÁRTIR DE VERONA
En el mismo año que se fundó la misión de Santo Domingo los dominicos exploraron la sierra de San Pedro Mártir, sin embargo tuvieron que pasar 18 años para que el sitio fuera nuevamente visitado. En 1794 se fundó la misión de San Pedro Mártir de Verona por el padre Fray Cayetano Pallas, sin embargo la misión duro poco en su sitio original y se tuvo que trasladar a otro  paraje conocido como Ajantequedo donde actualmente la podemos visitar.
Haciendo una comparación con la misión de Santo Domingo de la Frontera, podemos decir que la situación es muy distinta. San Pedro Mártir de Verona esta lejos y es de difícil acceso, debido a su lejanía, ha sido prácticamente olvidada. Sin embargo, sigue siendo un sitio atractivo para los amantes de la historia y la naturaleza. El viaje para llegar al valle de la misión es largo, la mitad del camino se puede recorrer en vehículo y la otra mitad se recorre a pie en condiciones de terreno muy escabrosas.
Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Mina de Valladares Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Dentro de dicho trayecto se pueden visitar 3 sitios, el primero es Valladares, lugar donde el tiempo ha hecho una pausa en la época minera de finales del siglo XIX. Los grandes túneles cavados por los mineros nos hablan de como la fiebre por el oro los llevó a las entrañas de la tierra para extraer tan preciado metal. Algunas casas, el cementerio y la maquinaria abandonada son parte de este paisaje peculiar que ahora espera silenciosamente a solitarios gambusinos. El segundo, es el rancho San Antonio, a partir de ahí se empieza el recorrido a pie, en ese lugar la madre naturaleza ha hecho una gran labor, el arroyo cuyo nombre es el mismo al del rancho, alberga a la trucha Arco Iris. Durante la época de migración llegan a ese lugar parvadas de patos a tomar un descanso, y alimentarse. La variada vegetación de la península tiene su punto de reunión en San Antonio de los Murillo, los pinos de la sierra, la manzanita y nopaleras silvestres con cardones típicos del desierto ofrecen una visión extraordinaria, todo se conjuga para mitigar el cansancio de los viajeros, es algo muy especial.

Rancho San Antonio de los Murillo. Sierra de San Pedro Mártir. 1990
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Rancho San Antonio de los Murillo. Sierra de San Pedro Mártir. 1990
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
 Muy cerca de ahí, se encuentra el final de las cascadas del Chorro que se originan en los altos de la sierra San Pedro Mártir, sitio donde Fernando Jordán hizo el descubrimiento de lo que se creía era una casada de cientos de metros.
 El tercero, son las ruinas del rancho San Isidoro, que en un tiempo se usó para guardar ganado. Hay un corral grande que lo utilizaban los vaqueros cuando bajaban las vacas de la sierra, en la temporada de las “campeadas”, esta tarea duraba hasta dos meses. En una charla con el Sr. Roberto Sáenz Barraza, residente actual de El Sauzal de Rodríguez y viejo vaquero de la zona de San Pedro Mártir, fue uno de los que hicieron adobes para la casita de San Isidoro. En ese mismo lugar pasa el arroyo del Horno, nombre que fue dado por la presencia de estructuras de rocas que servían para fundir y separar el oro de una mina cercana.
El Horno. San Isidoro. Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

San Isidoro. Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

San Isidoro. Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
 Al Este del sitio San Isidoro, está el camino real que bordea en “zig-zag” los barrancos y cantiles que delimitan a la sierra y nos conduce directamente a la misión de San Pedro Mártir de Verona.
Camino Real hacia la misión de la Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Camino Real hacia la misión de la Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Camino Real hacia la misión de la Sierra de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
El camino real, después de subir la parte escabrosa, es amplio y bien definido a pesar que tiene más de 150 años sin usarse permanentemente. Cuando se llega al valle de la misión lo primero que se observa es su forma de embudo, al principio es amplio, mientras que al final es muy estrecho. A lo largo de todo el valle y en la parte central, lo corta un arroyo de aguas cristalinas mientras que en el perímetro del valle hay pinos muy frondosos y majestuosos. A causa de la abundante agua existe mucha humedad, que a simple vista es visible. Esto ha originado que en la mayor parte del valle existan pastizales, enormes helechos y gran cantidad de musgos, esto, confirma la fertilidad de la zona, misma que motivo a los misioneros a establecer la misión en ese sitio. Los restos de la misión se encuentran en la parte Oeste del Valle, en la parte más ancha y amplia. Casi en la parte central pegado a un costado del valle existen las paredes de lo que fue una cabaña, los restos están bien conservado, no se tratan de restos misionales. Roberto Sáenz Barraza, afirma que esa cabaña fue construida por el Sr. Cenobio Arce, tío de un sobrino de Roberto. Dicha cabaña la utilizaban para las “campeadas”.




Cabaña que según en comunicación personal de Roberto Arce. Construyo Cenobio Arce. 1990
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
Helechos grandes y frondosos en el valle de la Misión de San Pedro Mártir.1990
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Helechos grandes y frondosos en el valle de la Misión de San Pedro Mártir.1990
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
El valle de la misión tiene un inmenso atractivo natural e histórico, el encanto de este paraje ha hecho surgir leyendas, desde los aparecidos o jinetes a caballo, hasta aquellos que cuentan acerca de un tesoro que escondieron los misioneros, en un lugar conocido como “La piedra del Diablo”. En realidad la misión se ha visto seriamente afectada por el paso del tiempo, hoy en día sólo se pueden observar montículos de tierra de lo que alguna vez fueron las paredes de adobe.
Restos Arqueológicos en la Misión de San Pedro Mártir. 1990
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Restos Arqueológicos en la Misión de San Pedro Mártir. 1990
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
Sin embargo, aún se puede calcular la dimensión de la construcción, todavía se encuentra en buen estado, parte de lo que fueron los cimientos, incluso, con un excelente estudio histórico y arqueológico se podría reconstruir esquemáticamente la misión, desde donde estaba el altar, las bodegas, los dormitorios, etc. En un costado, está el cementerio de la misión, delimitado por un muro muy bien conservado, se pueden ver los amontonamientos de piedras donde señalan cada una de las tumbas, la vegetación que ha crecido en esa área ya ha cubierto gran parte del cementerio.
Misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
Tumbas olvidadas en la misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Tumbas olvidadas en la misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Tumbas olvidadas en la misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 

Cementerio  en la misión de San Pedro Mártir. 1990.
Foto: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
Por las noches se puede observar un cielo hermoso y totalmente “estrellado” y claramente se ve la vía láctea, además sólo se alcanza a escuchar el susurro del viento. Tal vez esto fue lo que más extrañaron los misioneros cuando tuvieron que abandonar el lugar en 1824. Dos causas fueron por las que abandonaron la misión, el aislamiento y la  poca población. Los pocos que quedaron se tuvieron que trasladar  misión de Santo Domingo, donde seguramente no volvieron a escuchar el susurro del viento entre los pinos.
  
El tiempo se ha encargado de que se olviden estos sitios hermosos, a pesar de que son históricamente muy importantes, estos lugares son el patrimonio cultural de nuestro Estado, cuando llegues a estar en alguno de ellos consérvalo y cuídalo, son tuyos y de tus hijos.
Nota: Este artículo ya fue publicado en: Voces de la Península: Revista de Geografía e Historia de Baja California. Número 1, año 2003 Enero - Marzo. El material fotográfico es actualizado y son inéditas ya que no fueron publicadas en el artículo original u otro medio. Puedes usar la información y material fotográfico siempre y cuando no se persigan fines comerciales, políticos o de lucro mencionando la fuente y autor. Gracias.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 Del Barco Miguel. 1988. Historia Natural y Crónica de la Antigua California. Edición y estudios preliminares de Miguel León Portilla. Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, México, D.F.
 Ives, Ronald L., 1984. José Velázquez, Saga of a Borderland Soldier. Arizona State Museum, Tucson, Arizona.
Mathes, Miguel. Las misiones de Baja California. Publicado por el Gobierno del Estado de Baja California Sur y el II H. Ayuntamiento de La Paz. Editorial Aristos SA de CV. 1977.
 Meigs, Peveril. 1935. The Dominican Mission Frontier of Lower California. Berkeley, University of California, Publications in Geography. USA.
Nieser, Albert B. 1998. Las fundaciones Misionales Dominicas en Baja California 1769-1822. Universidad Autónoma de Baja California. (Colección, Baja California: Nuestra Historia. Tomo 14.)

domingo, 3 de marzo de 2013

Número 3: Turisteando por la Baja California : Turismo urbano en Ensenada


Turisteando por la Baja California

Turismo urbano en Ensenada

 Texto y fotografías

Por: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
            Siguiendo la huella en el ambiente peninsular……., en el artículo anterior mencionamos acerca de las diferentes cosas y equipo necesario para una salida de campo, y sobretodo para ir conformando un equipo ¨base¨ que les pueda ir sirviendo para dar mayor comodidad a las salidas e ir profesionalizando el equipo, además también se revisaron algunos puntos técnicos y precios.

            En esta ocasión exploraremos sitios importantes de la ciudad de Ensenada. Durante el periodo de colonización y expansión de las ciudades en nuestro país se edificaron ciudades enteras con trazos urbanos muy propios del concepto europeo, como aquellos pueblos donde las calles confluían en una glorieta y el clásico parque con un kiosco al centro del mismo. Los edificios y casas se construían con los materiales cercanos a los pueblos o ciudades en expansión, y con el estilo propio de la arquitectura novohispana. Muchos lugares que permanecieron retirados del centro del país desarrollaron otros estilos arquitectónicos o de construcción, tal es el caso de la frontera norte de nuestro país. Las ciudades de nuestro Estado fueron fundadas en la segunda mitad del siglo XIX y no alcanzaron el toque arquitectónico novohispano, por el contrario fueron influidas por un concepto diferente, aquellas colonias que permitió el gobierno de Porfirio Díaz en la Baja California, trajo consigo que las construcciones difirieran con las del resto del interior del país.

Edificio antiguo a la entrada de Ensenada
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz
 

            Un ejemplo de esto sería la colonia rusa Molokana que se estableció en el Valle de Guadalupe y que trajeron sus costumbres y arquitectura de sus casas de la región de Kars de donde provenían, actualmente territorio de Turquía que formaba parte de Rusia. En el caso de la ciudad de Ensenada se vio muy influida por un concepto mas anglosajón, los edificios y casas fueron construidas a ese  estilo.

            La ciudad de Ensenada conserva aun muchas construcciones antiguas que se pueden visitar y apreciar. A continuación se mencionarán solo algunas de las muchas construcciones antiguas de la ciudad, usted amig@ lector podrá realizar una búsqueda más profunda en la medida que vaya explorando el vasto tesoro que tiene la ciudad. Para este brevísimo recorrido no se requiere de mucho, y lo pueden realizar desde niñ@s de cinco años, el equipo necesario es entonces una mochila pequeña, unos buenos zapatos deportivos, su gorra, cámara, lonche, agua y listo, a caminar se ha dicho…..

Ex-hotel Riviera
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz
 

            Vamos a iniciar ese recorrido empezando por el parque revolución, ese sitio es un parque de principios del siglo XX que cuenta con una gran variedad de árboles y entre ellos uno muy especial de donde se obtiene el corcho de su corteza, si lo logras identificar entre todos, respétalo y no lo maltrates ya que es único en nuestro Estado y si no nos equivocamos, en el país. Siguiendo por la calle Obregón y a un lado de la estación de policía se encuentra una de las casas más antiguas de Ensenada actualmente pertenece a la familia Sobarzo, - un saludo muy especial a ellos-  esa casa la podemos ver en las fotos mas antiguas de Ensenada que fueron tomadas desde el cerro. Siguiendo el camino y al final de la misma calle, se encuentra otra casa en donde hay un café muy concurrido por los ensenadenses y que por cierto a un lado esta el estacionamiento de la cantina más antigua de la zona pacífico incluido el Estado de California en USA.

La Cantina más antigua
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz
 

            Si continuamos caminando podremos observar el monumento del paseo Hidalgo que nos lleva al final a una construcción abandonada pero que forma parte de la antigua entrada a Ensenada. Por cierto, también antes de llegar a ese punto esta el antiguo museo Goldbaum que tiene una rica historia que contar.

            No puede faltar en esta misma área el actual museo del INAH que se encuentra en una construcción de la compañía inglesa y que durante muchos años funcionó como aduana a partir del año de 1923 y por sesenta  años ininterrumpidos. Hay una foto inédita para la historia fotográfica de Ensenada que pertenece a los autores de este artículo en donde se puede apreciar al grupo los ¨Armónicos¨ que desde tierras aguascalentenses vinieron a esta ciudad a tocar las hermosas melodías de la época, en la década de los años 30´s. Ignacio Muñoz Díaz de León fue uno de los músicos que conformaban este grupo musical, que en la década de los sesentas grabo junto a otro grupo musical  un disco LP  ¨Felices Recuerdos¨ en el palacio de Bellas Artes para el entonces presidente de la república.

Los Hármonicos con Ignacio Muñoz Díaz de León tocando el Chelo
Fotografía: Archivo Familiar Luis Manuel Guzmán Muñoz
 

            Continuando con el recorrido, de ahí bajamos por el boulevard Virgilio Uribe y a una cuadra se llega a la ex cárcel de Ensenada – como todos la conocen- pero que fue construido ese edificio para albergar a las tropas del entonces ejército mexicano de Porfirio Díaz, siguiendo por esa misma calle Gastelum, hacia la Av. Juárez y en la esquina de la calle tercera, es el sitio que los historiadores han identificado como el lugar donde estuvo la casa de la Familia Gastelúm y que en la invasión filibustera de William Walker en 1853 la tomaron y la convirtieron en cuartel poniéndole como nombre Fuerte Mckibbin, ondeando la bandera extranjera en ese sitio. Hasta que Antonio Meléndrez los expulso seis meses después.  

            En esa esquina se puede caminar hacia la Av Ruiz y recorrerla observando los edificios que muchos de ellos son viejas construcciones del principios y mediados del siglo XX dando por terminado este provechoso recorrido en el mismo sitio del parque revolución. Es una caminata que fácilmente se puede realizar en un par de horas, disfrutarlo caminando no es lo mismo que recorrerlo en vehículo, usted amig@ lector toma la decisión, pero a pie se disfruta más. Como se menciono al principio de este artículo, Ensenada cuenta con un vasto tesoro urbano, incluir aquí todo, sería objeto de un libro entero. Sin embargo, en el próximo número abordaremos un poco más sobre el tema tratando de no dejar fuera aquellos sitios muy importantes.  Hasta pronto.
Rada portuaria Ensenada Baja  California
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz

Nota: Se puede hacer uso del texto y fotos no olvidar mencionar la fuente. Esto ya fue previamente publicado en una revista de divulgación.

Número 2: Turisteando por la Baja California: ¿Qué se debe tener para salir?


Turisteando por la Baja California

¿Qué se debe tener para salir?

 Texto y fotografías

Por: Luis Manuel Guzmán Muñoz 
            Siguiendo la huella en el ambiente peninsular……., en el artículo anterior mencionamos las posibilidades de esparcimiento y recreación en nuestro entorno geográfico, se comento que son muchas las opciones que tienen los bajacalifornianos para disfrutar de un buen fin de semana. No solo aquellas que son las clásicas y rutinarias sino las que verdaderamente promueven en los turistas un grado de satisfacción dependiendo del objetivo por alcanzar, para algunos la adrenalina es un componente que debe incluirse y para otros no, en ambos casos el placer por la recreación son variadas.

            Iniciemos pues, este texto, reconociendo que el turista va a ser el individuo que viaja o recorre su entorno por el simple hecho de conocerlo o bien practicar un deporte o actividad al aire libre por placer. Los intereses pueden ser muchos, el cultural, deportivo, enológico (caso particular del municipio de Ensenada), etnográfico, ecológico, arqueológico, urbano, histórico, gastronómico, etc. Cualquiera que sea el interés del turista deberá comprar un equipo básico de salidas y dependiendo el gusto por la actividad y la frecuencia con la que se practica, el turista poco a poco incrementará su equipo e invertirá en cosas útiles, especializándose en el área. En algunos casos el turista mezcla diferentes intereses haciendo de su recorrido algo mucho más atractivo y puede lograr cubrir -en un plan de viaje- diferentes objetivos. Por poner un ejemplo, aquel turista que practica un deporte extremo pero que para llegar al sitio donde va a escalar, existe antes un lugar de comida típica o una localidad histórica importante, éste podrá incluirlo en su plan dependiendo de sus gustos. De esta forma no solo practicará su deporte, sino que entrará en contacto directo con la gastronomía e historia del área geográfica. Las combinaciones pueden ser muchísimas, y usted amig@ lector puede combinar lo que este a su alcance y gustos, incluso en como viajar o hacer el recorrido, que puede ser en vehículo, caminando, en camión, avioneta, en bote, globo aerostático, en kayak, de aventón, mochila en la espalda, como sea… el pretexto es ¨salir de la rutina¨.

Bosque de pinos, Baja California
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz


            Volviendo a retomar el aspecto del equipo básico, se tiene en primer término: La cámara fotográfica o de video. Es una excelente idea tomarla en cuenta, conservar los recuerdos, nos permite recrear la experiencia vivida y sobretodo a aquellos turistas que sus fines fueron lo cultural, lo histórico, lo arqueológico, etc.  Una fotografía o video se puede compartir con los amigos vía correo electrónico, en las redes sociales o subirlas a los blogs que pueda manejar el autor de las mismas. Se debe pensar que las cámaras fotográficas o de video cumplen diferentes funciones. Si bien, muchas cámaras incluyen video estos no suelen tener la calidad óptima para editarlos, proyectarlos o compartirlos en las redes. Existen buenas cámaras de video con un alcance de hasta 60 veces la imagen y mantienen su calidad. En el caso de una cámara fotográfica se recomienda que sea mayor a 10 pixeles, es un error usar la de los teléfonos celulares. Las imágenes de los celulares suelen tener muy baja calidad y no permite hacer ciertas funciones, ya que el lente no es apropiado, y al momento de editar no se puede. Si el presupuesto alcanza y se tienen nociones de fotografía,  entonces es bueno adquirir una cámara profesional donde se  intercambien lentes y las funciones incluyan el modo manual, de esta forma habrá creatividad en la fotografía. Para una salida de dos a tres días se recomienda llevar consigo una batería extra o bien no olvidar el cargador, con una memoria de al menos 16G, esto garantiza, no quedarse fuera de circulación en las fotos y video, en el viaje tan esperado.
Equipo fotográfico
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz

            ¿Dónde poner las cosas personales?... siempre al viajar –por cualquier medio- es bueno  una mochila especializada, una maleta es mala idea. Las mochilas especializadas permiten que en cualquier momento se puedan colocar a la espalda y tener las manos libres para cualquier situación. Incluso si se viaja en avión. Las maletas suelen ser bultosas e imprácticas. Las mochilas especializadas tienen correas para ajustarse al cuerpo y al estar acojinadas junto con el cojin en el área lumbar, permite al turista caminar o cargarla por horas sin sufrir lesiones, y no como aquellas que tienen tubos de aluminio, -por cierto- es una mala idea adquirir. Las mochilas con estructuras metálicas no suelen ser la mejor opción, es preferible no comprarlas. Una mochila es parte del equipo indispensable, el tamaño dependerá de los objetivos y propósitos de la salida. El precio puede variar desde unos 1,000.00 pesos hasta unos 3,000.00, y dependerá cuanto se quiere invertir en el equipo. Hay muchas de 500.00 pesos de menor valor, el problema es que no están bien cosidas, no están acojinadas y el gasto será inútil.

Mochila especializada para acampar y caminar
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz

            La cama es una de las comodidades que se privan los que practican salidas de este tipo y no llegan a hospedarse en lugares apropiados y lo hacen al aire libre. Entonces una bolsa de dormir debe ser parte del equipo. En los supermercados suelen vender estos artículos a precios módicos, sin embargo hay que revisar ciertas cosas. Supongamos que la salida es en temporada de verano, en un lugar donde no hay bajas temperaturas y se estará dentro de una casita de campaña, entonces esas bolsas de dormir podrán servir. Pero si la salida requiere un grado mayor de dificultad o es en temporada de invierno, entonces ya no servirán y habrá que pensar en una bolsa de dormir con otras especificaciones. Existen bolsas que garantizan sobrevivir, incluso fuera de la casita de campaña a temperaturas por debajo al grado de congelación. Éstas suelen ser muy especializadas y las usan aquellos que practican montañismo o visitan lugares muy pero muy fríos, se tendría que pagar hasta aproximadamente siete mil pesos, ya que  garantizan no morir de frío.  Para el caso de la geografía del Estado de Baja California, no se requiere mucho, incluso para viajar a las dos sierras cuando se hace en forma recreativa. Solo se necesita que al menos garantice unos 5° C a 10°C, y de preferencia que tenga la forma de ¨momia¨ ya que este tipo de bolsa para dormir no permite que se escape el calor que emite el cuerpo y no se crean vacíos donde se pueda ¨colar el aire¨. Nunca llevar cobijas, es una mala idea ya que no se pueden acomodar en las mochilas o transportarlas con facilidad. Adicional a esto, se debe adquirir un ¨tapetito¨ de hule esponja diseñada para ese propósito, con la finalidad de cubrir la espalda del frio del suelo. Se debe recordar que la espalda, el pecho, y los pies deben quedar muy bien protegidos durante la noche, los pies suelen ser la primera parte del cuerpo que se enfría durante las altas horas de la madrugada ya que el cuerpo mantiene la irrigación sanguínea en las partes vitales del cuerpo.
Bolsa para dormir tipo momia
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz


            Cuando de comodidad se trata,  una casita de campaña suele recrear el espacio de una habitación. Las hay, desde enormes, para familias completas hasta aquellas que son individuales. La clave es comprar la que se ajuste a las necesidades y sobre todo que sea fácil de armar. Muchas veces se compran casitas de campaña donde la armazón es muy complicada y son más tubos y varillas, que otra cosa. Estas, cuando se quiebra una varilla o tubo quedan inservibles porque suele ser muy difícil conseguir repuestos. Si se compra nueva hay que revisar bien la caja de empaque y ver que contiene, si se compra de segunda o en saldos, tener precaución de revisar los tubos y varillas que vengan completas y de preferencia que no tenga orificios o remiendos. Los precios, dependiendo el tamaño para el propósito, pueden oscilar entre los 300.00 a 1,500.00 pesos ya sean nuevas, usadas, o de saldo. Un aspecto importante de no olvidar es…. si se practica deporte extremo, senderismo, montañismo, o campismo donde la salida requiera ponerse la mochila a la espalda entonces hay que fijarse en el material y el peso. En una salida donde se requiere caminar por más de cuatro horas el peso que se carga es importantísimo ya que un ¨gramo de peso extra¨  puede ser la diferencia. En casos como estos -en ocasiones-, se suele prescindir de la casita y por supuesto tendrá relación con el tipo, propósito, o equipo con que se cuente para no exponer la vida.
Casita de Campaña siendo instalada
Fotografía: Luis Manuel Guzmán Muñoz


            El calzado y ropa. Muchos suelen viajar con zapatos deportivos y/o en pantalones cortos en áreas donde no se requiera equipo especial. Sin embargo, hay que tomar en cuenta el plan y lugar de visita para elegir. En la mayoría de los lugares naturales del Estado, el ambiente es semidesértico con una vegetación mediterránea de arbustos pequeños o bien cactáceos y cuando se camina por algunos minutos u  horas entonces es muy recomendable traer pantalones y botas diseñadas para esos menesteres. Un rasguño o accidente con una cactácea es muy molesto y no se disfruta el recorrido.

            En cuanto al resto del equipo necesario se puede incluir, una libreta de campo o bien una grabadora digital para mantener una bitácora de viaje. Ahí se puede mencionar entre muchos de los aspectos, distancias, consumo de gasolina, gastos, información de sitios, etc. este sería como un diario de viaje. Sirve para planeación y logística en viajes futuros. Una lámpara pequeña para la noche, no se requiere llevar lámparas grandes, en realidad el tiempo que se usan es muy corto y una lámpara nueva con focos LED suelen ser las mejores. Ya no se necesitan aquellas cuadradas grandes de 6 voltios. No es necesario. Una pequeña basta. Hay que recordar que el peso si cuenta, y más para alguien que practique salidas largas y lleve su mochila a la espalda. El resto de la miscelánea en el equipo de salidas queda a consideración de cada persona  y la experiencia que vaya adquiriendo cada vez que salga. Es cuando se observa que se ocupo y que no. Lo que sí es necesario y obligatorio hacer cada vez y antes de salir, elaborar una lista de todo lo que se necesitará para el viaje y revisarla hasta tres veces. Algunos, a esta lista la conocen como ¨Check List¨ se puede ahorrar un dolor de cabeza al darse cuenta que no se llevo lo que se ocupaba.

            En los próximos números se iniciará el recorrido…. poco a poco y paso a pasito…. se comprobará cuantas cosas existen y se pueden visitar, en ocasiones sin hacer mucho gasto. Hasta pronto.
 
Nota: Se puede hacer uso del texto y fotos no olvidar mencionar la fuente. Esto ya fue previamente publicado en una revista de divulgación.